lunes, 28 de septiembre de 2015

La virgen maculada

La virgen maculada


La virgen maculada
recogió su vestido
hecho todo jirones
por el suelo esparcido.

Abrió su bolso lleno
de sueños por cumplir.
Y echó dentro su mirada triste,
y una máscara nocturna.

En el bies de su sostén
guardó una verde esperanza,
y dijo: con esto alcanza
para darle de comer.

Ya con su cara de niña
jugaba todos los roles.
Caminó bajo la luz
de los antiguos faroles

Llegó a su casa callada,
dividida por distancias.
Besó la carita dulce
del que esperaba con ansias.

Le dio un pomito de leche
tibio como una caricia.
Y se espantó la malicia
que le brindara la noche.

Cuando el sol se despedía
y la luna apareció
la virgen maculada
su vestidito zurció.

Con un sentir aguerrido
se dibujó una sonrisa
y salió tras las malicias
con un rumbo sin sentido.


Autora: Marta Requeiro.
Derechos reservados: Marta Requeiro.

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