domingo, 29 de noviembre de 2015

Cojímar. Poema dedicado a esa encantadora localidad de pescadores.


Cojímar


Cojímar

Cojímar porque viví,
con tu gente, con tu mar,
no te podría olvidar.
Hace un tiempo que partí
y aún estas presente en mí
con tu singular balneario
que disfrutaban a diario
turistas y pobladores,
con labor de pescadores
completando el escenario.

Recuerdo con emoción,
y mi mente lo dibuja,
El Torneo de la aguja
visto desde el malecón,
por El Playazo, El Cachón,
La Poceta de los curas,
¡era todo una aventura!,
también allá en La puntilla,
lleno de gente sencilla
pendiente de la captura.

De Hemingway fuiste la casa
e inspirado en ti escribió.
Cuando el mundo descubrió
“El viejo y el mar”, famosa,
te sentiste tan dichosa
que le hiciste un monumento
que sirve hoy de lucimiento
en frente de tu Torreón,
muy cerca del espigón,
mirando hacia el mar abierto.

Era asiduo a La Terraza
donde solía comer
con Don Gregorio, el chofer
de la Pilar, su barcaza.
Y aún en el tiempo se abraza
esa amistad duradera.
La labor tiburonera,
tus aguas tan curadoras,
son de las cautivadoras
cosas que te hacen primera.

El Golfito hacia Alamar,
el puente sobre tu río,
recuerdo, y el día sombrío
en que empiezan a emigrar,
tus hijos, y a cabalgar
las aguas por el anhelo,
dejando atrás el anzuelo,
en busca de libertad.
Cambiando la realidad
de lograrlo o hacer duelo.

Cuando fueron a aferrarse
a un bote y un par de remos,
¡Fábrica de caramelos!,
empezaba a rumorearse.
Y fueron a encomendarse
a la Carmen de tus cielos,
para disipar los miedos,
allá en tu iglesia sencilla.
Otra de tus maravillas
a la que echamos de menos.

La Talanquera, la loma,
aparece en mis recuerdos,
y en lo que también concuerdo,
el Campoamor que se asoma
cuando en la tarde desploma
por el horizonte el sol
con su brillo de crisol
filtrándose en lo que fue
la cumbre de aquella elite
que hace años perdió el control.

También la Quinta Boada,
o conocida Pedralves,
nunca será lo que fue
de flores era cascada
y hoy una zona habitada
por múltiples familiares
que viven con los pesares
por los que tantos se fueron,
hasta que puedan volver
para visitar tus lares.

Así te recuerdo amada,
Cojímar de mis amores,
y sufriré tus dolores
aunque esté de ti alejada
esperando resignada
que el temporal se desplome,
que el sol de nuevo se asome,
sobre tu cielo y tu mar
que todo vuelva a brillar
y la vida te retome.

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

martes, 17 de noviembre de 2015

No es una forma absurda.


No es una forma absurda
(A los caidos en el atentado terrorista
del 13 de nov. del 2015 en Francia.)


No es amarse
de una manera absurda,
así como ellos se aman;
los comprendo.
Besarse y morderse
para saber qué es el dolor
de estar sin esos labios.
Mirarse al iris de los ojos
y descubrir
qué cantidad de amor
hecho luz
tiene cada uno
para el otro
Decirse lo que
quieren escucharse decir,
y lo que no.
Imaginarse muertos,
llorar un luto inexistente,
con media cama vacía,
sin compañía en la mesa,
un bulto de ropas por regalar,
un espacio más amplio en el closet
y un montón de amigos sin volver a ver.
Planeando el futuro del uno sin el otro
como alternativa.
Así se expresan cuánto se necesitan.
Y al amase lo hacen de tal manera
que se funden y se aferran con garras
de pasión, lágrimas, besos
tacto y olfato... ,
para hartarse
el uno del otro
sólo por unas horas.
Por eso el adiós en las mañanas
parece eterno con el miedo
de que algo pudiera pasar.
Se repiten miles de te amo,
verbalmente y por mensajes de texto.
Viven su “Deja vu”
para que no les sorprenda la partida,
y el no volver a verse,
sin haberse despedido.
A causa de
un atentado terrorista,
por ejemplo.

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

lunes, 16 de noviembre de 2015

La batalla de la vida.

La batalla de la vida




Un libro puedo escribir
con nuestras cosas vividas,
las alegres, las sentidas,
y las que están por venir.
Con cualquiera compartir,
contar nuestras experiencias,
lo que han sido las vivencias
y qué nos hizo seguir.
Sin pensar en desistir
y sin perder nuestra esencia.

Un camino fue trazado,
no se veía seguro.
Mas pensamos, a futuro:
el objetivo alcanzado.
Fueron momentos pesados,
a nadie voy a mentir,                  
ni con adornos cubrir
porque estén en el pasado.
Con amor y alguien al lado
se logra sobrevivir.

Repetir siempre, bajito:            
lo bueno está por venir.
Ver la vida sonreír,
hace al futuro bonito,
aunque venga de a poquito.
Tomémonos de la mano
con humor, algo tan sano,
para continuar la lucha. 
Sin pensar si es poca o mucha
la batalla de antemano.

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Terror. (Noviembre 13/2015)

Terror 

Masacre sin previo aviso,
gritos de dolor al viento,
se vuelve todo un lamento
¡Averigüen quién lo hizo!
Aunque la ciudad no quiso
cierra la puerta por dentro,
teme salir a un encuentro
esa gente más sencilla.
Se rompe la maravilla,
el futuro es más incierto.

Se extiende la madrugada,
recogen los cuerpos muertos.
Nos informan los expertos
con toda el alma arrugada.
¡Pongámosle una parada
a corazones desiertos
del amor y sus aciertos!,
dice la madre angustiada
con lágrimas enjugadas.
Hoy son más los desconciertos
yendo a la cama a dormir.
¿Tendremos mejor vivir,
una vida consagrada?
¿Que no venga una manada
a quererla destruir?

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

martes, 10 de noviembre de 2015

Fuera de lo cotidiano

Fuera de lo cotidiano


Eres la patria
de la que me destierro
en las mañanas
tras un pedazo de deseo
colgando aún de la sonrisa
y la mirada.
Que bueno que el fuego del amor
queme el surco de lo amargo,
o lo difícil que haya traído
el día.
Regreso a la costa de tu costado
después de nadar en el mar de tus besos
y puedo distinguir
los detalles de la lámpara del techo
donde primero tenía tus jadeos.

Voy a una ducha tibia,
a mis zapatillas,
y al jazz.
A descubrirme entera
en una frase
cuando dices mi nombre
y me bautizas de nuevo.

Me invitas a decirle adiós
a lo cotidiano
mirando la lluvia desde la ventana
mientras la casa nos sirve de sombrero,
y las flores se doblan para reverenciarla.

Una hormiga se salva
en una hoja desbocada
por el canal que se formó
a orillas de la acera.
Y se asusta,
en los pequeños remolinos
que se forman con las piedras.
¿Me quieres?
¡Qué pregunta!- me dices.

Y siento
que soy la hormiga
y tu la hoja,
cuando me tomas de la mano
en el caudal desbarrancado
de la vida.

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Sin cambios.

Sin cambios



No ha cambiado nada,
las calles siguen dando al mar,
y aún espero el beso tibio
y las mariposas de terciopelo
que bajen por mis deseos
enredadas en tus manos y tu boca.

Un maniquí de sombras
representa ahora quien soy
mientras espero el chirrido
de la puerta oxidada
que me anuncia que llegas.
No te vayas más cuando regreses
porque no aguanto otra espera
y cada vez que vuelves
una parte de ti se queda sin regresar
y vuelves en un desconocido.
Si te mirara a los ojos
no soportarías mi franqueza,
por eso no te miro,
para no descubrirte.

Las lágrimas del manantial
ya no son tan saladas
y sin embargo brotan
mientras tarareo esa canción
que me gusta escucharme 
a mi misma.
El sillón blanco
que mira hacia las margaritas,
está hoy conmigo, y es mi cómplice,
y no le quito el óxido a la puerta
para sentir tu regreso.
El diapasón del reloj
marca los segundos.
¡Salta de una vez y grita!- dice.
Y una parte de mí, la más valiente,
corre a esconderse en la monotonía.

Ya quiero ver la luna salir
porque ella es mágica
y le anuncia a mi mente que vuele.
Hay un manojo de delicias.
Pero aún estoy aquí
en el sillón blanco,
hojeando el libro de mil hojas de mis recuerdos
y puedo palparme el corazón al borde de la boca.
Mientras las cosas siguen igual,
las calles siguen dando al mar,
y las casas tienen los mismos techos,
al menos en las fotos.


Autoría y derechos: Marta Requeiro.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Vecino inoportuno.

Vecino inoportuno



Me despeja la cabeza
por la mañana el café
y voy pensando con fe
en este día que empieza.
Del pan sustraigo una pieza
y lo embarro en mantequilla.
Me asomo por la mirilla.
que están tocando en la puerta.
Es el vecino, y se apresta
a sentarse en una silla.

Dónde andaba usted metido,
le pregunto, y por las nietas. 
Le sirvo café y galletas.         
pues dice que no ha comido. 
Al parecer, ni bebido.               
Mientras yo planificando, 
el vecino conversando      
no me deja trabajar.             
¡Y no lo puedo botar!            
Siento, me estoy atrasando.
 
Las doce ya van a ser.
¿Qué voy a hacer de comida?
Me estoy quedando dormida,
no he podido ni barrer.
También tengo que coser
y el vecino conversando.
Esto no tiene pa´cuándo,
y no empiezo mis asuntos.
El mediodía es en punto,
y el vecino conversando.

A la mesa a compartir,
llega y se sienta mi esposo
y hasta medio tembloroso,
me dice, ¿vas a servir?
Y no le pude mentir.
No lo tengo terminado
-le respondo-. Ni empezado.
¿Un huevo frito apurado?,
Y hago tres, porque el de al lado,
todavía conversando.

En la puerta una vecina
Interrumpe la conversa.
La cosa se torna adversa
pues coló hasta la cocina,
a ella que hablar le fascina,
Una ropa me ha traído
a que le haga un recogido
que va a salir pizpireta.
Hasta ayer estuvo a dieta,
pues tiene nuevo marido.
No pude hacer el arroz,
pongo pan con huevo frito.
La verdad estoy que grito,
y el vecino me culpó.
¡Pero cómo, esto es atroz!
¡¿Usted lo ha pensado bien?!
¡¿Quién ha entretenido a quién?!
Después que tomó el café,
callado, cogió y se fue,
y no lavó ni el sarten.

Mi esposo descansa, y coso
la ropa de la vecina.
Ya me olvido de cocina,
y de este día tedioso.

Mañana será divino,
porque si viene el vecino,

le voy a decir:¡No estoy!
Autoría y derechos: Marta Requeiro.

Ruptura.

Ruptura


Hoy te me amarras tristeza
a mis venas como un nudo
calando el cuerpo por dentro
te portas como un verdugo.

Una frase de su boca
llegó e hirió inesperada.
Sentí que penetró el pecho
como una bala pasada
¿Devino de un mal momento?
Yo no lo creo, lo dudo.
Ha sido como un choque fuerte
que ha roto todo mi escudo.
Y más si por esa boca
siempre me sentí alagada.

Que te disculpe, me pides.
Que no sabes qué pasó,
que fue una broma pesada
que la ira te jugó.

Pero la tristeza sigue
corroyendo mi interior.
Manden a hacer mil coronas
que hoy a muerto un gran amor.

Se vuelve el aire más denso
que una gota de mi sangre,
se me nubla el pensamiento,
siento que voy a quebrarme.
No me tomes de la mano,
ya no voy a acompañarte.

Que fue un impulso, un evento
y que eso vas a demostrarme.
Deja que se encargue el tiempo,
si es que llego a perdonarte.
Al menos por este momento
se acabó, voy a dejarte.