domingo, 14 de febrero de 2016

De mañana. Dedicada a los eternos enamorados.

De mañana


Me despertó el aliento de fruta y de rocío
que la mañana trajo al borde de los dos,
y despertaron calmos nuestros cuerpos dormidos
tras el espasmo suave que dejó de la pasión.

El sol se levantaba ante las nubes grises,
con eterno entusiasmo su calor regaló,
y la gaviota dijo al gorrión que te quiero,
y de nuestras miradas se rieron los dos.

Porque no concebían haber visto en el tiempo,
que en todos éstos años aún se hablara de amor,
y siguiera la rosa prefiriendo el rocío,
y siguiera la aurora llorando por el sol.
La noche por la luna, el mar por las mareas,
y mi cuerpo temblando al escuchar tu voz.

Hay cosas que han nacido para que otras existan,
como nació la boca para entregar el beso,
expresión delicada que brota del amor.
Como nacen las letras para hacer las palabras
con que puedo escribirte y te dedico hoy,

el más simple poema que emanó de los dos.

Autoría y derechos: Marta Requeiro.

La caricia y te quiero.

La caricia y te quiero


Iba la madrugada
de la mano del deseo
y de forma inesperada
se le apareció el te quiero.
Ella quedó cautivada
y no pudo discernir,
porque a veces la jugada
es no poder decidir.
Ella siguió caminando,
el deseo se rezagó
y el te quiero, tan ameno,
la entretuvo y conversó.
Se miraron a los ojos
y entre ellos surgió el amor,
aquella mezcla de todo
que por un tiempo duró.
Mas no siempre es madrugada
y no siempre dura el amor.
Con el amanecer brillante
ella se desvaneció
y el te quiero quedó solo
en busca de un nuevo amor
y conoció a la caricia,
que el deseo la dejó
y de nuevo sin pensarlo
hubo miradas, pasión.
Y así fue que la caricia
al te quiero conoció
y son la mejor pareja,
doy fe y hablo con razón.
Que no importa
si hoy termina
alguna historia de amor,
que siempre habrá
quien te quiera
y te dé su corazón.
Autoría y derechos: Marta Requeiro.
Febreo/14/2016
Miami Beach, Fl. USA.
¡Feliz día de San Valentín!

Cuerpos y luna.

 Cuerpos y luna



Luna en la noche
ojo de plata
que ilumina de tu pelo
la encrucijada.
Contemplando tu rostro,
mi ángel dormido,
y tan pegado a mi,
suave respiro.

Volando como un ave
en la madrugada,
se esconde tras el mar,
el aro hojalata.


Es un punto y se aleja
con los silencios,
los besos que nos dimos
le confidencio.
Y le digo callada,
mientras la miro,
que esta noche otra vez
dormiré contigo.
No importa si no escucha,
la esperaremos,
y con su luz de plata
nos dormiremos.


Sábanas blancas,
dulces quejidos,
bañados por la luna
cuerpos rendidos.

Autoría y derechos : Marta Requeiro.