No temas
No temas a la muerte,
ten fe,
vive seguro,
que la muerte
enteramente
nunca llega.
Somos la vida reciclada
en el tacto y en los ojos.
Como la tarde
que repite sus matices.
Y la lluvia que refresca hoy,
también es lluvia vieja.
La ola..., la misma en mil orillas
repetida, mil veces repetida;
es el baile del mar que nunca cesa.
Porque lo conocido
se hace nuevo
ante el hechizo perpetuo del amor.
Y te aseguro:
No temas a la muerte,
que no llega.
El sol, por ejemplo,
siempre se va por el oeste
a morir,
eso es lo que nos dicen,
pero nace luminoso cada día
con más ganas de vivir.
Y en todos los equinoccios,
el día y la noche
se quieren por igual
aunque no puedan verse.
Así seguirá ocurriendo
aunque no estés presente.
Aunque no estés presente
partículas de tu ser
y de tu herencia
pulularán en el ambiente
esperando rehacerte
en otro rostro.
Refrescado vendrás.
con tu color de ojos
o el tono de tu piel
un tanto diferente.
Serás ceniza mojada
que puede penetrar
los poros de lo eterno
y reinventarse.
Por eso, ten fe,
vive seguro,
que la muerte
enteramente
nunca llega.
La vida
es poesía y es aliento
que se posa en otras bocas,
otros cuerpos,
para expresar
con palabras
y con gestos
lo dicho ya por ti,
por tus ancestros.
Como un beso,
como un beso.
Por eso, ten fe,
vive seguro,
que la muerte
enteramente
nunca llega.
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