sábado, 20 de mayo de 2017

Autovalente.

                             Autovalente



Ya no escuchas mi voz,
ya no te canto.
No esta presente mi voz,
casi ni te hablo.
Ya no te importa lo que diga,
porque sabes.
Erguido te manejas,
poderoso, autovalente.
No necesitas mi voz
ya no la escuchas.
Ya no tengo que decirte
qué es mejor,
porque hiciste
que lo bueno este a tu alcance.
Es tu mérito, dices.
Ni tengo que decir
temprano o tarde,
pues tienes
el criterio al decidir
y tienes en tus manos el hacer.
Si no quieres mi voz,
menos mis manos
que ya no te hacen falta.
Dicha sobre dicha
son tus días,
sin el poder de mí,
pudiendo en ti.
Pretender ignorarme
es pretender
que los días
no se deben al sol.
Mas no he de preocuparme
porque sé
que donde quiera que estes,
lo que no hagan mis manos
mi muda voz repicando
en tus adentros,
hará por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario