Los muertos y los vivos
Los muertos y los vivos
se ríen en las fotos.
Los muertos y los vivos,
se empeñan en lograr
hermandad entrañable
de bienaventuranzas
que dure muchos años,
toda una eternidad.
En una cartulina
reseca y amarilla,
metida en la gaveta,
o en un sobre de nylon,
los muertos y los vivos
se confabularán.
Tratarán de jugar
un juego compartido
haciendo que el olvido
no les pueda alcanzar.
Y seguirá pasando
el tiempo y su molino,
atrapador de almas,
también se llevará,
allá donde los muertos,
a todos estos vivos.
Hasta que un día un niño
se antoje preguntar,
quién es ese del traje
o aquella del vestido,
con sus ojos inquietos
sobre el cuadro amarillo,
y alguien de entre los vivos
le pueda contestar.
Autoría y derechos: Marta Requeiro.
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