Golpean los segundos
en el fondo del tiempo
como una gotera
sobre un zinc.
Y pasa el presente
con su rápido encuentro
al latido del segundo
que acababa de partir.
Una carcajada
se inmortalizó en los oídos
recordando el momento
de una infancia feliz.
Y surge en el lienzo
el símil de esa imagen
que el inquieto pincel
quiere describir.
La retina en la memoria
sacude el sonajero
con los tantos recuerdos
que hoy vuelven a fluir
Rehaciendo el camino
que transitamos siempre
con ese olor a abril.
ante el silencio inquieto
de este imperfecto mundo
que nos toca vivir.
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