miércoles, 15 de febrero de 2017

Allá en esa isla.

Allá en esa isla



Allá en esa isla, tranquila
y a la orillita del mar
yo me quiero ir a morar
a distraer mis pupilas.
Con algo de clorofila
y algunas flores silvestres
con un perro que me adiestre
al que le pase la mano
y con este amor anciano
que parece extraterrestre.

Cuando la vida me diga
que es hora de descansar
con poquito en qué pensar
veré crecer mis espigas.
Para no sentir fatiga
tomaré todo con calma
hasta que decida mi alma
salirse del cascarón
y convertida en gorrión
vaya a cantar en las palmas.

Autoría y derechos:
Marta Requeiro.

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