"La perrita Tina"
Esta foto se la saqué a mi perrita un tiempo antes de viajar acá. Teníamos una relación muy especial, pero al decidir emigrar uno no sabe qué va a encontrarse, que tiempo esté inestable o si donde llegue acepten mascotas, por eso se la dejé a una amiga, una de las tantas amistades que uno tiene como familia, y que se brindó amable a cuidarla.
Hoy en día no me atrevo a decirle a ella que me la dé, ya que al aceptarla y adoptarla, la ha cuidado tanto que ya sería hacer sufrir de nuevo a la perra al separarla de sus nuevos dueños, y hacer pasar a mi amiga por lo mismo que yo al estar sin ella que es tan buena compañera.
Si yo estaba ocupada haciendo algo y no estaba atenta a su horario de salida para llevarla a hacer sus necesidades, ella iba y se echaba sentada sobre sus patas traseras, a contemplarme fijamente, como en la foto, pareciendo decirme: ¡Oye, dale que no aguanto más! Era imposible no notar esta mirada fija que parece tocar, advertir y suplicar.
La cadena que le colocaba para sus paseos estaba siempre colgada en la cerca del patio, y si por alguna casualidad la tocaba sin querer y hacía el ruido que ya ella reconocía, corría y brincaba de contenta creyendo que la iba a sacar, o si le decía "pasear", era suficiente para que le entrara un arrebato de locura y se volviera un ciclón con pelos.
Era mi compañera durante los desayunos en solitario. Yo sentada en la mesa inmersa en los pensamientos, y ella al lado mirando fijamente a ver si le daba una masita de pan mojada en leche.
A mi esposo y a mi, nos gustaba ver películas acostados en el piso sobre una manta, con almohadas y todo, de frente a la tele de la sala. Allá iba ella cuando veía el trajín de los preparativos antes de la función, y se sentaba a contemplarnos, luego esperaba que ya estuviéramos allí tirados y daba unos pasitos más, acercándose, en espera de que le dijéramos "ven" y entonces era que se metía en el medio, entre los dos, estirada completamente, incluyendo el hocico, y metiendo debajo suyo las paticas como un gigante salchichón, para darnos su fuerte calor y a recibir nuestras caricias. No se atrevía a entrar a esa área nuestra sin autorización .
Si tenía que limpiar y no quería que nada me entorpeciera, incluso ella, le decía "¡cesta!" Y allá corría a meterse en su gran cesta de mimbre haciéndose un rollito hasta que yo dijera "vamos", "ven" "pasear", o "cadena" y entonces era que salía de su estado casi de hibernación en el que podía permanecer todo el día en espera de la voz de mando. Aunque reconozco lo manipuladora y actriz dramática que pudo ser en ocasiones para lograr atención y mimos, se que es muy buena perra, excelente mascota y compañera.
Le echamos mucho de menos, sobretodo yo, que era con la que más tiempo del día estaba cuando todos se iban a trabajar o a la escuela y yo me quedaba en casa es mis quehaceres habituales acompañada sólo por ella. Si me veía cantando y le dedicaba a ella alguna estrofa, brincaba como loca y hacía como si quisiera cantar también. Aunque he leído que los perros hacen así cuando les molesta el ruido. ¿Será que no le gustaba mi voz? Bueno, eso es otro tema.
Cuando el terremoto del 27 de febrero del 2010, se asustó y nos asustamos tanto, que estuvimos casi dos meses durmiendo en la planta baja y ella con nosotros, pues temíamos que si habían réplicas pudiera asustarse en la desesperación y dañarse, o caerle algo encima.
Hoy, aún, vive en casa de esa amiga que la acogió como miembro de su familia. Ve junto a ellos los juegos de football del equipo favorito, o del equipo de " La roja de Chile", los ha acompañado sin separarse de al lado de sus camas cuando han estado enfermos y quizás hasta les vaya detrás en busca de un pedacito de algo de lo que estén comiendo, como lo hacía conmigo. Pienso mucho en ella y la extraño, pero sé que está bien y que no pudimos dejarla en mejores manos.
Acá en el edificio en que vivimos no aceptan mascotas, así nos lo hicieron saber cuando firmamos el contrato de arrendamiento. Si tengo una casa con patio tendré otra mascota para amarla como amé a Tina.
Respetemos y amemos a los animales, ellos llegan a ser muy importantes en nuestras vidas.
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