Longevidad en Cuba: Preguntas y verdades.
¿Envejecerá la juventud actual cubana como lo han hecho sus adultos mayores?
El diario Juventud Rebelde asegura que más de 2000 personas en Cuba superan los 100 años de edad. Que la tendencia longeva está dada por varios factores: el cuidado continuo de la salud y la compañía que los seres queridos de estos ancianos les ofrecen.
"Los centenarios cubanos -dijo a ese periódico Lilian Rodríguez, subdirectora del Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud de la isla-
presentan pocas enfermedades, consumen pocos medicamentos porque han logrado, tanto por sus propios mecanismos de cuidados como por herencia genética, escapar a las enfermedades más frecuentes en el envejecimiento o en etapas muy tardías”.
Los adultos mayores son símbolo de estatus, prestigio y fuente de sabiduría, por lo general son tratados con mucho respeto y se les identifica por ser maestros o consejeros.
Cada país debe poner máximo interés en el cuidado de sus ancianos y educar en base a ello. El hecho de que la salud en Cuba siga siendo "gratis" es un punto a favor pero no por eso, el más poderoso.
Tengamos presente que estas personas cercanas a cumplir una centuria, pasaron la mitad de sus vidas en una época de menos carencias económicas que la que ha enfrentado Cuba a lo largo de más de cincuenta años. Ellos tienen una base alimenticia, sobre todo los de las zonas rurales, que dista mucho de la del joven actual.
A modo de ejemplos: En el año 1915 el peso cubano se acuñó por primera vez como moneda nacional teniendo el mismo valor que el dólar estadounidense. E incluso antes del triunfo de La Revolución, desde 1955 hasta 1959, valía un centavo más que el billete verde.
Para 1954, Cuba contaba con una vaca por persona, y era el tercer país de Iberoamérica (superado por Argentina y Uruguay) que más carne de res per cápita consumía (40 kg al año).
Recuerdo que mis abuelos, todos habitantes del centro de la isla, hacían dulces, quesos y consumían una leche de exelente calidad que compraban a un precio muy bajo. Mataban una gallina o un cerdo con frecuencuencia y vivían holgadamente a pesar de su simpleza. Hasta me ilustraban a cerca de los distintos tipos de cortes de la carne de res: de dónde sacar el bistec de palomilla, qué era el lomo, la punta de ganzo, etc. ¿Y ahora? Huelgan los comentarios.
Otro punto importante a tener en cuenta, para que no se crea que la longevidad en la isla es gracias a La Revolución, es que en el año 1937: Cuba se convierte en el primer país de Latinoamérica en decretar por ley la jornada laboral de ocho horas y el salario mínimo. O sea que el dinero devengado por cualquier trabajador a fin de mes, en la gran mayoría, era más justo haciendo que toda persona en edad laboral estuviera motivada a salir a trabajar y tener más de un empleo si así lo deseaba y sus fuerzas se lo permitían.
Hoy muchos en edades productivas prefieren no laborar para una empresa del Gobierno y los que lo hacen, en su gran mayoría exceptuando algunos, es porque ocupan puestos desde los cuales pueden generar ganancias extras.
Durante toda la década del 50 Cuba fluctuó entre la segunda y tercera posición entre las mejores rentas per cápita de Iberoamérica, superando siempre a Italia y en más de dos veces España. Gracias a su Producto Interno Bruto (PIB) Cuba ocupaba en 1958 la posición 29 entre las mejores economía del mundo, a pesar de su poca extensión territorial y de contar con sólo seis millones de habitantes.
La funcionaria entrevistada por el susodicho diario también afirmó que los ciudadanos que circundan las diez décadas viven con sus familiares, en su gran mayoría. ¿Y por qué? -analizando éste aspecto-, pues porque con el déficit de vivienda las ageneraciones subsiguientes se han tenido que guarecer bajo el techo del padre, del abuelo, etc por no tener acceso a la casa propia. Logrando así que el dueño de la vivienda (el de mayo edad) envejezca en compañía de los suyos.
Además para sentirse útiles madrugan para ir a hacer la cola en el agro o en la bodega, caminan grandes distancias hasta el Banco para cobrar su mísera pensión (que de no estar viviendo acompañados no les alcanzaría) o para hacer otra diligencia, reunirse con otros de su edad, quizás hasta cuidar nietos, etc. Generalmente viven tranquilos sin estrés, y eso hace que vivan muchos más años.
"Somos un país envejecido y los estimados son de que entre el 2020 al 2025 seremos el país más envejecido de América Latina y el Caribe”, dijo López y subrayó que en la isla hay 121 adultos mayores por cada 100 niños.
Por ende; habría que ver si en unos cuarenta años -más o menos- estos treintañeros de hoy sin la misma base alimenticia de sus abuelos, sin motivos sólidos que los impulsen a trabajar con ahínco porque aún después de graduados no encuentran dónde trabajar por un salario digno, con la preocupación diaria de buscar qué echar a la olla o cómo reunir el dólar para calzarse y vestirse, (si es que no emigran antes) en un país donde muchas veces de nada sirve que la salud sea gratis porque las farmacias están vacías..., llegarán finalmente a peinar canas como lo hacen hoy sus abuelos.
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