La Rima Jotabé ha rescatado en muchos las ganas de escribir poesía rimada. Es una herramienta potente que al conocerse puede parecer sencilla (quizás resulte serlo componer un simple Jotabé), pero al intentar inmiscuirnos en sus variantes se debe reconocer que hay que ser un poco más avezado en la poesía para introducirnos en ese entramado más profundo, donde el poeta se da cuenta que requiere de muchas más habilidad y destreza para realizarlas.
Pero no hay que amilanarse, la práctica logra pulir los detalles imperfectos. Así que… ¡A jotabear!
¡Qué viva la Rima Jotabé!
Nunca dudes de mi amor
(Jotabé hexadecasílabo dedicado a mi esposo)
Cuando la mañana trae consigo su sol dorado
me siento feliz si estoy mirándote, amor amado.
Perfecto se me hace el mundo, pues tú todo lo embelleces
y cualquier dificultad con tu presencia ensombreces.
Válgame a mí que tú estás, que tu entusiasmo me ofreces
Y me haces vibrar de amor cuando mi cuerpo apeteces
Amante de mis amores, faro, fuerza, paz y guía.
Lágrimas vierten mis ojos si no veo en ti alegría.
Nunca dudes de mi amor, ni te sientas enfadado,
si contesto mal o estoy como ausente muchas veces.
Nunca soltaré tu mano nos espera el día a día.